Montañana. Nuestra Señora de Colls
Nuestra Señora de Colls
Desde el kilómetro 93 de la carretera al Valle de Arán parte una buena pista, que hay que seguir durante 3,8 Km. Entonces hay que desviar a la derecha por una pista, en tramos asfaltada, que conduce al vertedero de basuras de la zona, pasando por Colls. Al llegar al pueblo parte a la izquierda una pista que va a Casa Riba y Casa Agustí. A los doscientos metros queda la iglesia a la derecha de la pista. Sus coordenadas UTM son: 309327 y 4675300.
Edificio de una nave encabezada por un ábside semicircular, cubierto con bóveda de cuarto de esfera, con un cierto apuntamiento.
Una imposta biselada recorre todo el interior del ábside.
El altar, separado del fondo, se mantiene en pie, pero ha sido arrancada el ara, que se halla tumbada en el suelo.
Las bóvedas de la nave se han derrumbado, pero se conservan los dos arcos fajones apuntados, que sostenían la bóveda primitiva. De estos fajones el cercano a los pies es mucho más elevado, lo que hace pensar en que la iglesia tuviese bóvedas distintas en cada tramo. Arrancan directamente del suelo, el más cercano a los pies de una especie de capiteles que hacen de base. La hiedra cubre el interior bajando de los arcos.
En el lado norte hay una capilla accesible por un arco de medio punto, formado por estrechas lajas, y cubierta con bóveda de cañón, probablemente de época posterior a la construcción de la iglesia. Conserva el altar y tiene un nicho cuadrado en el muro este.
Las bóvedas originales debieron ser sustituidas durante el barroco por bóvedas de lunetos, como hacen suponer las impostas de yeso que recorren la nave. El crucero –aunque falte la capilla sur- se debió cubrir con cúpula, pues junto al ábside aún quedan restos de las falsas trompas de yeso que la sostenían.
Puerta al sur de arco de medio punto, formado con dovelas muy desiguales. Un segundo arco de dovelas muy alargadas la enmarca, de modo muy similar al de Obarra. Por el interior el dintel de madera está también enmarcado por un arco dovelado, que debió ser el cierre primitivo.
A la izquierda de la puerta debió estar la pila de agua bendita, posiblemente con pie, que ha desaparecido.
En el interior del ábside se aprecian tres nichos cuadrados y junto a él, en el muro sur, dos hornacinas de distinto tamaño.
El muro sur es recorrido hasta la puerta por un banco de piedra.
En todos los muros interiores quedan restos del enyesado y pinturas que los cubrían.
En el muro oeste hay restos de una ventana tapiada.
El aparejo es de sillares, bien escodados en su mayoría, formando hiladas. El aparejo del ábside es más sencillo y el de la capilla más rústico. Las cubiertas del ábside y de la capilla son de losas. Por los fragmentos esparcidos por el suelo puede suponerse que la de la nave lo fuese también.
Puede fecharse el origen de esta iglesia en el siglo XIII. Cabría la duda de si el ábside sería algo anterior. Reformas posteriores son la capilla, posiblemente del XVI, y las bóvedas y cúpula desaparecidas, con toda la decoración en yeso, que serían tal vez del XVIII.
El cementerio, rodeado por un muro, se extiende al oeste, sur y este de la iglesia. Aún se entrevén algunas cruces de hierro entre la maleza.
Es muy curioso que Gavín no tenga fotografiada una iglesia de localización tan fácil y que aún conserva buena parte de su estructura. Es el único caso que he hallado en toda la Ribagorza (en la zona que abarca su libro), pues otros casos son de iglesias de difícil localización o acceso, o bien con restos muy exiguos.
Esta iglesia tiene adjunto un amplio cementerio, por consiguiente debió hacer funciones de parroquial. No obstante en la documentación consta que la parroquial era San Pedro. En algunos blogs se llama San Pedro a la descrita aquí. Aún ayuda más a la confusión que la fotografía antigua de San Pedro que aparece en Iglesias no corresponde a la iglesia que hay en el pueblo, y que Gavín (1976) y Aramendía (2001) aún fotografiaron con su espadaña. Yo ya la he visto sin ella.
Bibliografía:
ARAMENDÍA, José Luís: El Románico en Aragón, vol. I, Cuencas del Noguera Ribagorzana y del Isábena, Librería General S.A., 2001, p. 116-117.
IGLESIAS COSTA, Manuel: Arte Religioso del Alto Aragón Oriental, Arquitectura Románica, tomo II, Prames, Zaragoza, 2004, p. 108-109